La importancia de la rehabilitación energética en el funcionamiento de un hotel
9 mayo, 2022La Organización Mundial del Turismo invita al desarrollo del turismo sostenible y, dentro de este planteamiento, los alojamientos turísticos son piezas clave en el logro de los objetivos como parte de un sector de grandes emisiones en multitud de frentes: el transporte de turistas, la construcción de inmuebles, la generación de residuos, los costes energéticos…
La mejor forma de alcanzar la sostenibilidad es usar los recursos medioambientales para reducir la contaminación, no crear impacto en el entorno natural/urbano cercano al inmueble, y, en consecuencia, eliminar en la medida de lo posible las emisiones de carbono a la atmósfera.
Para lograr estos objetivos en el diseño y actualización de un alojamiento turístico hay que actuar sobre los siguientes factores primordialmente:
- El consumo energético preferentemente mediante energías renovables.
- Diseño de la iluminación para que sea mediante tecnología LED y monitorizada.
- Reutilización de los sistemas de agua en los canales de riego, instalaciones eficientes de consumo de agua sanitaria y concienciación de lo que implica el consumo de agua.
- Uso del reciclaje y reutilización en cualquier aspecto del uso hotelero.
- Diseño y construcción mediante elementos y materiales sostenibles.
- Uso de la vegetación como elemento recuperador del entorno y diseño ecoeficiente del hotel.
Lógicamente, estos factores significan dejar a un lado la gestión del hotel de una forma tradicional para empezar a hacer uso del hotel como un elemento importante dentro de la sostenibilidad del entorno. Esta es una labor de estudio, inversión y tiempo que debe tener su retorno empresarial para que el círculo de la sostenibilidad quede cerrado en una de sus variantes tan importantes: la viabilidad económica del proyecto.
Parte de este retorno es el ahorro energético en el inmueble para amortizar la inversión realizada para cumplir con lo objetivos hoteleros a nivel mundial de reducir las emisiones de carbono en un 66% para 2030 y en un 90% para 2050. Hay que poner encima de la mesa que el coste energético de un hotel se sitúa entre un 14% y un 22% de los costes totales de funcionamiento, por lo que la actuación sobre ellos genera un rédito importante y optimiza el valor del activo.
Una de las medidas más solventes para controlar el gasto energético del hotel es implantar la monitorización de los sistemas energéticos para conocer en cada momento de dónde provienen los consumos dentro del hotel, detectar problemas en instalaciones forma inmediata, o evaluar la puesta en marcha de mejores medidas o de las ya adoptadas. Otra de las propuestas de gran alcance es rediseñar el hotel (en el caso de inmuebles en vigor) o tener en cuenta en los nuevos proyectos el control de la iluminación ineficiente, como gran coste energético que es, mediante un buen diseño y vigilancia que permitirían también reducir la entrada de calor excesivo y evitar la puesta en marcha de la refrigeración. Una buena gestión de la iluminación LED, establecer sistemas de uso por cada zona, buenos programas de mantenimiento con gestión inteligente de lámparas, temporizadores o sensores que permitan encender o apagar según actividad o uso, es fundamental para ver reducida la factura energética.
El aprovechamiento de los recursos naturales en un país como España con tantas horas de sol hace también muy viable el uso de la energía fotovoltaica para la generación de agua caliente sanitaria y producción de energía eléctrica para la iluminación de zonas comunes del inmueble, que tienen un uso intensivo.
En cuanto a la tipología constructiva, la experiencia de Tinsa en el ámbito de la consultoría energética nos demuestra que es básico un diseño e inversión en la envolvente para eliminar el consumo en energía primaria no renovable y reducir la demanda en refrigeración y calefacción. La inversión en aislamientos en fachada y cubierta, y el tratamiento de huecos con una carpintería de calidad, suponen una amortización de la inversión muy rápida, entre 4 y 5 años, con el ahorro de costes energéticos. Pero es que, además, este tipo de actuaciones es sinónimo de confort dentro del hotel con un mejor aislamiento al ruido, calidad del aire e iluminación con reducción de emisiones solares con vidrios de tratamiento solar.
A su vez, y esto corresponde al hotelero, es en la gestión energética y en la negociación de la tarifa de la luz donde se pueden conseguir ahorros importantes por consumos y franjas horarias con las compañías de distribución eléctrica.
David Paramio, director de Consultoría y de la división hotelera de Tinsa.